DE JUSTICIA:
Se está vulnerando mi Derecho a
la Justicia, en donde me han obstruido documentos y negado la atención en
todo tipo de trámites.
Como por ejemplo en denuncia contra
la Empresa de Correos de Chile, que me perjudicó en la entrega de un servicio,
al no entregar una carta Notarial Certificada a quien iba dirigida, siendo
engañada por un falso abogado llamado José OGAZ ESPINOZA.
Mal trato
recibido por la Abogada Jefe de la Oficina Civil de la Corporación de
Asistencia Judicial, Marcela GONZALEZ MORAGA al recurrir por un asunto de
arrendamiento y decirme que soy “usurera” por el monto del arriendo pedido. Reclamé
en la OIRS, Nº 510/2007.
Mal trato de la
Sra. Sandra PRADENA, de la Corporación, que me informa que “quedé marcada” por haber
dejado un reclamo en la OIRS en contra de la Sra. GONZALEZ MORAGA y que además,
yo debo estar siendo “requerida por la justicia, por algún delito anterior” y que a eso se debe el seguimiento.
Solicitud de
asistencia a la Directora de la Corporación de Asistencia Judicial, Sra.
Alejandra KRAUSE por violaciones de morada, seguimiento y vejaciones; y luego
de dos meses, responde su Jefe de Gabinete, Sr. Antonio LEIVA, informando que
se hicieron todas las gestiones y no recibió respuesta de ningún Organismo y
que, como no deseo ser atendida por los estudiantes
de la CAJ, da por terminada su
participación.
Negación de asistencia del Abogado Juan ULLOA y la Administradora
Valentina ORTEGA, de la Oficina de Defensa Laboral de la Corporación de
Asistencia Judicial, quienes declararon que no comenzarían ninguna demanda
porque “el caso estaba perdido”; al
recurrir por un empleador abusivo que no me canceló el sueldo pactado. Estas personas anularon mis dos testigos,
entre ellas, una Carabinera y documentos de prueba.
Reclamé ante el actual Director de la Corporación de Asistencia Judicial,
Sr. Claudio VALDIVIA, pero me atendió un supuesto Jefe de Gabinete llamado
Cristian ESCOBAR, de quien sólo recibí engaños, ya que nuevamente fui atendida
por la Sra. Marcela GONZALEZ MORAGA que lógicamente negó toda asistencia.
Después me enteré que este señor no era
el Jefe de Gabinete.
Segundo reclamo ante el Director Claudio VALDIVIA y contesta que la causa
era inviable porque “yo no tenía testigos
ni pruebas”. Este señor, ni siquiera revisó los documentos de prueba que le
envié.
DE TRABAJO:
Se está vulnerando mi Derecho al Trabajo, ya que he sufrido coerción en algunos lugares y engaños en
otros, a los que he ido en busca de empleo.
Como por ejemplo, limitar la cantidad de trabajo (a diferencia de mis
compañeros), para recibir menor remuneración.
En una supuesta entrevista de trabajo, hacerme firmar un test
psicológico sin ninguna intención de concederme empleo, pues la encargada de
Recursos Humanos nunca recibió mi Currículum y ni siquiera mi nombre estaba en
la lista de entrevistados. El objetivo era conseguir un examen psicológico.
O como la Empresa Pacific Dreams, en donde, desde el principio no hubo
intención de cancelar el sueldo pactado y cuyo dueño, el Sr. Maximiliano
BERRIOS, se burló a fin de mes cuando reclamé el dinero, diciendo que fuera ese
mismo día a la Inspección del Trabajo a reclamar, sabiendo que no lograría
nada; como lo comprobé después, cuando en la Oficina de Defensa Laboral de la
Corporación de Asistencia Judicial, fue negada dicha asistencia por el Abogado
Juan ULLOA y la Administradora Valentina ORTEGA.
DE SALUD:
Se está vulnerando mi Derecho a
la Salud, en donde también he
recibido engaños y obstrucciones.
Por ejemplo, por parte de la Oftalmóloga Consuelo SANHUEZA, del Club de
Leones de Ñuñoa quien se negó a recetarme, de acuerdo al resultado del examen, lentes
con la diferencia de 0,25 en uno de los cristales; diciendo que no valía la pena porque era una diferencia
muy baja.
Me entregó anteojos de +1,25 que no pude usar porque fui advertida por
vendedores de una óptica, que me harían más daño a la vista. Lo más probable es
que esta oftalmóloga recibiera “sugerencias” para que no me atendiera aduciendo
que “yo
gano millones vendiendo papelitos”.
Posteriormente, me dirigí al
Instituto de la Visión. El Dr. Germán ESPINOZA, me atendió después de haber conversado
con dos hombres. Y sin hacerme ningún exámen, me recetó lentes con +2,25 para ambos cristales, añadiendo
que “yo tenía un problema mental y que a eso se debía la diferencia de
visión”, negándose también a entregar la receta apropiada.
Acudí al Tribunal Ético Regional, en donde me informaron
que en dos semanas, me citarían junto al Doctor para exponer la grave situación
ante el Tribunal.
Dos
meses después me dijeron que habían oficiado al Dr. ESPINOZA, pero aún no
contestaba.
Luego de tres meses, el Tribunal declaró
por unanimidad, inadmisible la denuncia,
pero dando la oportunidad de apelar. Apelé y se declararon incompetentes,
derivando la apelación al Tribunal Ético
Nacional.
Llevé los documentos a este Tribunal en donde recibí constantes
hostigamientos y obstrucciones por parte de los recepcionistas. Pregunté a un
junior a qué se debía tanta obstrucción al tratar de denunciar y contestó que “sólo cumplía órdenes de Altos Jefes”.
Al mes siguiente, el Tribunal Ético Nacional, dio por finalizado el
trámite rechazando la apelación.
Como consecuencia, hasta la fecha estoy sin lentes y con la vista
deteriorándose cada vez más y con el temor de que el próximo oftalmólogo que
visite, me espere con una “camisa de
fuerza”, cumpliendo las órdenes de Altos
Jefes.
DE CONSUMIDORA:
Se está vulnerando mi Derecho de Consumidora, ya que estos
mismos individuos, están ordenando o coimeando a comercios para
que no me vendan determinado producto, o le pongan un precio mucho más elevado,
u obstaculicen la obtención de algún servicio.
Como lo hacía un Carabinero de civil, de la Comisaría 33º de Ñuñoa, que
recorría los puestos de vendedores al costado del Metro Ñuble, para decirles,
mientras pasaba por ahí, que “yo ganaba
millones de pesos vendiendo papelitos”.
Por otro lado, cada vez que entro a un Supermercado, a un Banco, u otro
lugar; entran personas que comienzan a señalarme a los guardias y personal del
lugar, quienes, a los pocos minutos empiezan a hostigarme mediante señas, o
llamados.
Ante todas estas vulneraciones a mis derechos y vejaciones, he
recurrido a la COMISION DE DEFENSA CIUDADANA encontrándome con la absoluta
indolencia e indiferencia de su Director, el Sr. Alberto PRECHT que por
sugerencia de su Abogado, contestó
con la frase ya repetida en otras oficinas y ordenada por Altos Jefes: “Sra. Ud. ya ha sido atendida y no tenemos
nada más que hacer”.
Tengo entendido que el Sr. PRECHT tiene la obligación de enviar un
informe al Sr. Presidente de la República cuando se vulneran insistentemente
los Derechos de las personas, pero en mi caso, no lo cumplió.
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