Por favor, reitero la solicitud de ayuda a la SOCIEDAD.
Detengan el "bullying". No vendo drogas; en mi bolsa y mochila llevo los alimentos y diversos utensilios que no puedo dejar en casa para evitar que los impregnen de tóxicos, o que me los rompan.
Solicito a personas de las diversas Instituciones que tienen que ver con la Justicia, que por favor funcionen para detener las violaciones de morada; para detener el hostigamiento incesante que sufro, no sólo en la calle, sino también en el interior de mi hogar; con residentes de departamentos colindantes cuya misión es sacarme fotos constantemente a través de las ventanas o despertarme con fuertes golpes durante la noche. Además de iluminar mi depto, por breves instantes, con potentes focos de luces, como parte del acoso de cada día.
No tengo asistencia del Administrador del edificio. Tampoco de los conserjes, por el contrario, se han coludido con los delincuentes dejandoles el paso libre para que sigan entrando a mi depto. y luego negándome las grabaciones de las cámaras de seguridad.
Detengan el "bullying". No vendo drogas; en mi bolsa y mochila llevo los alimentos y diversos utensilios que no puedo dejar en casa para evitar que los impregnen de tóxicos, o que me los rompan.
Solicito a personas de las diversas Instituciones que tienen que ver con la Justicia, que por favor funcionen para detener las violaciones de morada; para detener el hostigamiento incesante que sufro, no sólo en la calle, sino también en el interior de mi hogar; con residentes de departamentos colindantes cuya misión es sacarme fotos constantemente a través de las ventanas o despertarme con fuertes golpes durante la noche. Además de iluminar mi depto, por breves instantes, con potentes focos de luces, como parte del acoso de cada día.
No tengo asistencia del Administrador del edificio. Tampoco de los conserjes, por el contrario, se han coludido con los delincuentes dejandoles el paso libre para que sigan entrando a mi depto. y luego negándome las grabaciones de las cámaras de seguridad.
Tampoco tengo empleo permanente,
ya que los empleadores que me han dado algún trabajo de encuestadora, recurren
a distintas evasivas para mantenerme lo más lejos posible. Y a los 57 años, lo
que más se encuentra son puertas
cerradas.
Ante las solicitudes a las empresas telefónicas para que sean
investigadas las intervenciones en las llamadas, he recibido la respuesta
repetida de “No tenemos competencia” y
la sugerencia de que acuda a la Justicia.
Me siento doblemente vejada por ser mujer agredida psicológicamente y
denigrada en mi dignidad ante toda una Sociedad, sin tener ninguna protección
por parte de quienes deben brindarla.
Esto por no tener ningún “pituto” que abra puertas, ya que me he
percatado de que en este país no se consigue nada si no se cuenta con “una
red de influencias”.
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